BrielRD
La espalda al fuego de las horas
que
espanta, que limita, que asesina.
Huir del vasto espacio que confina,
que
corroe, que deshace, que devora.
Al amparo del sueño, que suspende
el engaño de
la muerte y de la vida,
se cobija un alma que en su herida
se resiste, no
soporta, no comprende.
No perturbe tu sosiego su letargo,
es su viaje una
intuición, un privilegio.
Es su ausencia un extraño sortilegio:
el sabor de la
verdad es siempre amargo.
Del orbe de arquetipos al perverso
mundo de reflejos
que es tu cielo
volverá a ti y correrá el velo
del secreto final del Universo.
(Dedicado a Gabriel Ruiz Díaz)
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